Hoy comenzaremos con "My Lover. My Killer" una triste y romántica historia de amor...
¡Por favor, disfrutenlo!
¡Feliz mes del WonKyu!
My Lover.
My Killer.
((WonKyu))
La mayoría de las personas desea una muerte rápida y sin dolor. Sin
embargo, Choi Siwon, no es una persona común.
Cuando lo vio cruzar el umbral de la puerta, se quedó sin aliento. No
importaba cuántas veces lo mirara, cuantas veces lo sostuviera entre sus
brazos, nada importaban las tantas noches que pasaran juntos haciendo el amor.
Siempre lograba robarle la vida por unos segundos.
Idolatrar esa blanca piel era uno de sus pasatiempos favoritos, adoraba
acariciar su cabello castaño, sentir como sus dedos se deslizaban por los
discretos rizos del otro. Podría devorar esos labios rosas, lamerlos,
chuparlos, morderlos y jamás se cansaría de ellos. Se fascinaba al verlos
alrededor de su miembro, mientras un par de ojos color chocolate le dedicaban
miradas lascivas. Kyuhyun se convirtió rápidamente en una deliciosa obsesión
desde la primera vez que disfrutó de él en aquel prostíbulo.
Deseó entonces que la muerte, su muerte, fuera igual de hermosa que su
amante. Pero, ¿para qué engañarse? Bien sabía, o al menos podía imaginar lo que
le esperaba. Ser asesinado por un grupo de matones no entraba en su concepto de
“hermoso” en mal momento se fue a meter con la mafia China.
-Ven aquí – Dijo extendiendo su
mano a Kyuhyun. Con movimientos suaves y lentos, el castaño se acercó a la cama
donde se encontraba recostado Siwon. – ¿Tienes idea de cuánto te he echado de
menos?-.Kyuhyun negó con la cabeza – mucho. Me gustaría tenerte cada noche a mi
lado, pero sabes que no puedo exponerte ¿cierto? –Kyu asintió. Con una sutil
caricia, Siwon invitó a Kyuhyun a que se montara a horcajadas sobre sus
caderas.
Kyuhyun vestía únicamente una suave camisa de algodón blanca y una venda
del mismo color que llevaba alrededor del cuello para cubrir su garganta. Todo
su cuerpo se encontraba expuesto a excepción de sus hombros y espalda. Por otro
lado, Siwon usaba un pantalón negro que se ajustaba perfectamente a sus
piernas, provocando que éstas se notaran más torneadas y esculturales, el torso
lucia descubierto y Kyuhyun se deleitó acariciando uno a uno los músculos del
abdomen de su amante.
-¿Sabes por qué vine hoy? – El
chico lo miró confundido ¿Qué tenía de especial la visita de ese día? -Quiero que me mates.- Susurró. El entrecejo
de Kyuhyun se frunció al escuchar las palabras de Siwon, pero luego sonrió
cuando recordó que el moreno siempre usaba una expresión similar para referirse
al sexo.
Kyuhyun suspiró y se inclinó sobre el cuerpo de Siwon, cubriendo su
pecho con sonoros y tiernos besos que subían camino a su cuello y continuaron
avanzando hasta encontrarse con los labios entre abiertos del hombre. Siwon
dejó que sus manos exploraran la piel que seguía escondida bajo la suave
textura de la camisa, tocando una a una las vértebras de Kyu.
El moreno se separó del dulce sabor para observar los ojos de Kyuhyun.
-Eres tan hermoso…
Kyu bajó la mirada y su rostro se oscureció dejando ver una muestra de
tristeza en él, luego el castaño subió una de sus manos para acariciar la venda
que ocultaba la cicatriz de su cuello.
-No amor, no te sientas mal por eso. No es tu culpa que un desgraciado
te marcara de esa manera, además es un símbolo de tu triunfo. Luchaste y
sobreviviste a ello. – Las palabras no parecían aliviar el corazón del
muchacho. – ¿Te sientes mal por haber vendido tu cuerpo? –Con un gesto de
vergüenza, Kyu afirmó con un movimiento-. ¿Te arrepientes de salir con un
mafioso como yo que paga por ti? –Kyuhyun se apresuró a sacudir la cabeza para
negar.
Después de la dolorosa infancia que pasó a lado de su padrastro que más de una vez intentó
matarlo durante sus ataques de locura hasta que un día casi lo logra, llegó al
prostíbulo de la señora Park. Al verlo, la mujer supo que cualquier hombre
estaría dispuesto a pagar lo que fuera con tal de poseerlo. Paso un par de años
padeciendo los tocamientos y abusos de hombres repugnantes.
Hasta que una cálida noche de verano, por la puerta del local vio entrar
al hombre más atractivo y seductor que alguna vez hubiera imaginado, su cabello
negro azabache, su piel ligeramente bronceada y un cuerpo esculpido igual que
el de las tantas esculturas griegas que había visto en sus libros de historia,
llegó para cambiar su vida. Entonces, ¿cómo podría arrepentirse? Con él todo
era distinto, su manera de tocarlo, de abrazarlo, besarlo. Siwon le hacía
sentirse amado, protegido, cada noche que acudía al local el corazón de Kyuhyun
se desbocaba. El hombre podía ser incluso un poco salvaje durante el sexo, pero
siempre se portaba como un verdadero caballero y Kyuhyun amaba esa bendita
dualidad, Siwon era simplemente perfecto y mejor aún, era sólo suyo.
Choi pagaba una generosa cantidad de dinero a la Sra. Park bajo la
condición de alejar a cualquier hombre
de Kyu, éste jamás se sintió ofendido, sabía que debido a la arriesgada vida de
su amante no podía permanecer a su lado todo el tiempo. Entendía que eso era
una manera de asegurar su cuidado.
Desde que Siwon hizo el trato con la dueña, le fue entregada a Kyu una
habitación exclusiva para él, siempre procuraban darle las mejores comidas y
mantenerlo limpio, a veces Kyuhyun se sentía mal por la diferencia de vidas con
los y las otras jóvenes que trabajaban para Park, pero una vocecita en su
interior constantemente le repetía que se lo merecía y que al fin
la buena suerte le sonreía.
Choi jamás le dio importancia a su cicatriz, aunque Kyuhyun era
consciente del enorme anhelo que tenía por escucharlo decir su nombre y oír las
dulces palabras de amor, lamentablemente las cuerdas vocales de Kyu se
destrozaron y fue imposible hacer algo por ellas, realmente era un milagro que
el chico estuviera vivo, en su momento nadie hubiese apostado por que lo haría.
-Kyu… mi momento se acerca, es hora de entregar cuentas al destino y
pagar por mis pecados, he comprado mi boleto hacia el infierno…
Los ojos preocupados de Kyuhyun se clavaron en el corazón de Siwon como
un par de puñales, hiriéndolo hasta lo más profundo de su alma.
-Kyu, si hoy voy a morir, quiero que sea entre tus manos, en esta cama
que amo y que mi última visión de este mundo de mierda seas tú, porque eres lo
único que vale la pena. Debes matarme antes que lo hagan los hombres de Hangeng
¿harías eso por mí? –Los ojos de Kyu pronto se empañaron con sus lágrimas,
lágrimas que no tardaron en humedecer sus mejillas.
La desesperación invadió a Kyuhyun, que a toda costa intentaba
pronunciar alguna palabra, movía sus labios pero no conseguía más que de su
boca salieran algunos gemidos, causándole un ligero dolor en su garganta. Con
fuerza se aferró a los fuertes hombros del hombre que seguía bajo su cuerpo,
con la cabeza recargada sobre el pecho
de Siwon escuchaba claramente los latidos agitados de su corazón. ¿Por
qué? ¿Por qué la vida lo odiaba de esa manera? Arrebatándole lo que más amaba
en el mundo. Tal vez, en la muerte ambos encontrarían la salvación y la
felicidad eterna.
Sin estar seguro de dónde, Kyuhyun logró tomar valor y con una dulce
mirada accedió a la petición de Choi. Siwon comprendió el gesto del castaño y
le sonrió dejándole ver que todo estaría bien.
La mayoría de las personas desea una muerte rápida y sin dolor, sin
embargo, Choi Siwon deseaba prolongar aquel momento para siempre. Kyuhyun
encima de él, amándolo.
Lentamente bajó la camisa de
Kyuhyun dejándola justo hasta la mitad de su espalda, a modo que sólo sus hombros
estuvieran desnudos, se incorporó y depositó un beso en su clavícula derecha.
Sería egoísta pedir a Kyuhyun que no dejara a alguien más tocar su
cuerpo o besar su dulce boca, pero el sólo hecho de imaginar a otro hombre
mancillando el cuerpo de Kyuhyun le hacía más daño que pensar en que la hora de
su muerte se aproximaba. Y es que, a diferencia suya, Kyuhyun merecía una buena
vida, alejado de todo ese maldito ambiente, afuera de ese burdel, ya suficiente
había sufrido en su juventud para que cuando él muriera regresara a dormir a un
cuarto asqueroso lleno de animales y olores desagradables. Encontraría a
alguien que valiera la pena y comenzaría de nuevo.
Su corazón dolió aún más.
-Eres demasiado bueno para mí, no te merezco, jamás debí llegar a tu
vida. –Kyuhyun lo rodeó con sus brazos y hundió su cabeza entre hueco del
cuello de Siwon, se aferró a él como un niño pequeño se aferra a su mantita
cuando tiene miedo, besó cada rincón del pequeño espacio a falta de las
palabras que moría por decir, sólo podía negar con su cabeza ante los
comentarios de su compañero. Kyuhyun lo amaba, lo amó desde la primera vez que
lo vio y deseó que al menos sus ojos se dignaran a dedicarle una mirada de
desprecio o asco, jamás aspiró a tenerlo en sus brazos, entre sus piernas, a
sentir su hombría dentro de él. ¿Cómo le decía que él también quería viajar al
infierno junto con él? Que prefería una eternidad desdichada a su lado a lo
poco o mucho que le quedara de vida sin él.
-Quiero sentirte una última vez… -Susurró Siwon.
El moreno se giró ferozmente haciendo que su amante quedara bajo su
dominio, con hambre se apoderó de los labios húmedos a causa de las lágrimas,
con trabajo se deshizo de los pantalones y los lanzó a un costado de la cama.
Kyuhyun se estremecía ante los roces de sus erecciones, el líquido pre seminal,
brotaba ligeramente de su pene hinchado. La boca de Siwon chocaba torpemente
con la de Kyuhyun en un intento de besos desesperados. Sin darse cuenta,
Kyuhyun subió sus manos hasta los barandales de la cabecera de la cama y se
sujetó fuertemente a ellos, dejando acceso libre a cada rincón de su cuerpo.
Siwon se aprovechó de eso y se coló entre los blancos muslos, se recostó
apoyando todo su peso en Kyu aprisionando. Kyuhyun lo aceptó y sus piernas sujetaron
las caderas de Siwon por si acaso pretendía salir. Una de las manos de Siwon se
introdujo entre el abdomen de Kyu y el suyo, sujetando ambos ejes
acariciándolos al mismo tiempo, las dos cabezas subían y bajaban a la vez, se
deslizaban con facilidad gracias a que los dos penes empezaban a derramar
líquido.
Kyuhyun permanecía agarrado de la cabecera, estaba sometido a lo que
Siwon hiciera con su cuerpo, en un movimiento éste se alejó de los labios de
Kyu y bajó por su cuello, hasta llegar a su pecho, donde encontró un par de
hermosos y rosados pezones listos para ser devorados, sus labios se apoderaron
de uno de ellos y lo lamió despacio, luego lo chupó para al final jalarlo
suavemente con sus dientes, el gemido gutural de Kyuhyun hizo que su miembro se
irguiera unos centímetros más.
Cuando disfrutó lo suficiente de los pezones de Kyu bajó por el torso
que si bien no estaba tan marcado como el suyo era plano y delicioso, besaba y
rosaba su nariz con la carne tensa que se encontraba debajo. Por fin llegó hasta
el final de su camino, observó por unos segundos el miembro erecto que parecía
respingar necesitado de atención. Siwon subió sus ojos para observar el rostro
sonrojado de Kyuhyun y con su mano izquierda comenzó a masturbarlo mientras que
la derecha regalaba pellizquitos a los pezones de Kyu. Su cabeza se inclinó
sobre la entrepierna de Kyu, pudo ver como el castaño abría los ojos para
apreciar el momento en el que engullera su miembro, para su sorpresa, Siwon no fue
directo a su hombría, levantó suavemente con la mano que lo masturbaba y se
dedicó a lamer el par de testículos que colgaban entre sus muslos. Metió una de
las bolsitas a su boca y la saboreó, la dejó salir y sonrió cuando escuchó el
“pop” repitió la acción.
Kyuhyun sentía que algo debajo de su estómago empezaba a hormiguear y aunque no quería correrse
todavía no estaba seguro de cuánto más aguantaría. Siwon alcanzó a notar la
tensión que se alojó en el miembro de Kyu y se apartó un poco, jaló el par de
testículos hacía abajo para relajarlos un poco. Kyuhyun abrió sus ojos
sorprendido ante el movimiento y miró fijamente a Siwon.
-Quiero que te corras conmigo.- Dijo Siwon con la voz ronca
Kyuhyun echó su cabeza hacia atrás, el agarre de sus manos se había aflojado
ligeramente, cosa que no pasó desapercibida para Siwon. Con la camisa que
afortunadamente no había ido muy lejos cuando se la arrancó del cuerpo a
Kyuhyun amarró sus manos al barandal sin llegar a lastimarlo. Al sentirse inmovilizado el pene de Kyuhyun
volvió a cargarse y dejó escapar un chorro de semen junto con un gemido. Siwon
lo miró con cara de incredulidad a la vez que sus cejas se levantaban de manera
divertida. Kyuhyun se sonrojó aún más cuando el moreno bajó y le susurró al
oído.
-Creo que dije que te quería corriéndote conmigo…
Para cuando Siwon se separó del
cuello de Kyu el miembro de éste apuntaba hacia su estómago de nuevo.
-Oh, querido, de saber que te gustaba esto lo habríamos hecho antes.
Kyuhyun giró su rostro y lo escondió entre sus brazos que estaban
atados.
Siwon se metió entre las piernas de Kyu y subió una de ellas sobre su
hombro izquierdo para facilitar su acceso.
-Mírame. –Ordenó
Con los ojos llorosos de placer Kyuhyun dejó caer su mirada en Siwon,
algunas gotitas de crema blanquecina se dejaban ver en el abdomen de Kyuhyun,
Siwon las limpió con sus dedos hasta que estaban bien húmedos.
Jamás se lo diría, pero la imagen de Kyuhyun desnudo, usando la venda
alrededor de su cuello lo volvía loco, seguramente no sabía lo sexy que se veía
con ella puesta y verlo tan excitado y mojado sólo hacía que sus ganas de
embestirlo incrementaran.
-Oh si… -Susurró, con el líquido viscoso que tenía alrededor de los
dedos comenzó a masajear la abertura de Kyuhyun, palpitante por la anticipación,
supo que no ocuparía mucho tiempo en prepararlo, lo que era una maravillosa
noticia, sentía como su pene dolía y si no jodía el pequeño agujero de una
buena vez terminaría loco.
Así pues, introdujo su dedo medio hasta el fondo. Kyuhyun arqueó su espalda,
era cierto que estaba listo pero no para algo tan fuerte, no es que le haya
molestado, pero un aviso nunca está demás. Siwon sentía los músculos cálidos
alrededor de su dedo, le encantaba que Kyuhyun fuera tan estrecho, se sentía
una presa cuando estaba entre sus piernas, se quedaría a vivir ahí, si pudiera
hacerlo. Un segundo dedo se unió a la invasión y con movimientos no muy fuertes
Choi hundía y sacaba el par de dedos del interior de Kyuhyun.
La respiración de
Kyu se agitó un poco más, Siwon sabía lo que significaba, lo necesitaba dentro
y ¿quién era él para negarle ese placer?
Con su propio líquido, Siwon lubricó su pene y lo acercó a la entrada de
Kyuhyun, debido al tamaño y grosor, sabía que debía tener cuidado y no dejarse
llevar como lo hizo con su dedo, con delicadeza llevó su miembro al interior de
Kyu, como siempre al principio no fue
fácil, pero era una especie de prueba para llegar al tesoro. Cuando la cabeza
logró entrar, recargó un poco más de su peso en él, introduciéndose más profundo.
Kyuhyun suspiró y se mordió el labio inferior. Cuando percibió que
estaba más relajado Siwon aumento la velocidad de las embestidas hasta que
llevaban un ritmo con las caderas de Kyuhyun, que empujaba a la pelvis de Won
invitándolo a que llegara más lejos. Siwon levantó la pierna izquierda de
Kyuhyun un poco más y tomó una mejor postura. Empujando más y más fuerte sentía
como las paredes de Kyu se estremecían alrededor de su miembro cada vez que
tocaba la próstata del castaño. Gozaba viendo el rostro de su amor ahogado de
deseo y placer, bajó la pierna de Kyu y recargó sus codos alrededor de su
cuerpo, Kyuhyun flexionó sus rodillas y las caderas de Siwon seguían empujando,
no pasó demasiado para que el mayor sintiera que su clímax se acercaba, besó los
hinchados labios de Kyuhyun y su mano buscó la entrepierna de éste, con fuerza
lo masturbó sin cesar las embestidas.
-Córrete Kyu, córrete conmigo…
Kyuhyun cerró sus ojos y un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas
mientras que su pene expulsaba su semen entre los dedos de Siwon, con un
gruñido Siwon gritó el nombre de Kyu y sintió los espasmos luego de derramarse
dentro de su pareja. El cuerpo de Siwon cayó rendido encima de Kyu, con
esfuerzos, Choi desató a Kyuhyun para que pudiera descansar, así lo hizo el
castaño y llevó sus brazos alrededor de los hombros de Siwon y lo atrajo hacía
él.
-Te…a…amm…amo…
El cansancio desapareció del cuerpo de Choi y se incorporó a una
velocidad increíble, con ambas manos acunó el rostro pálido de Kyu y lo
observo.
-Kyunnie…amor, tú… ¿hablaste? –Kyu asintió suavemente. -¡HABLASTE!
–Siwon lo tomó entre sus brazos y besó sus labios docenas de veces. Ahora
moriría en paz.
Ambos estaban sentados en la cama, Siwon recargado en la cabecera y
Kyuhyun entre sus piernas, los dos llevaban las prendas con las que se
encontraban en un inicio.
-Kyu ¿irías conmigo al infierno? –Kyuhyun pasó su brazo izquierdo por
detrás de la nuca de Siwon, girando un poco su rostro para acercarse a sus labios, lo besó. –Bien,
tomaré eso como un sí. –Kyuhyun sonrío.
Media hora más tarde, dos disparos sonaron en la habitación de Kyuhyun.
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